Cirugía dermatológica en Majadahonda

Especialistas en cirugía dermatológica en Majadahonda

En Dermatología Velázquez somos especialistas en cirugía dermatológica en Majadahonda. ¡Pide tu cita previa y benefíciate de nuestros tratamientos de forma segura y eficaz!

Cirugía dermatológica en Majadahonda

Sí, los dermatólogos operamos y además, lo hacemos con mucha frecuencia. La cirugía dermatológica en Majadahonda puede tener fines curativos, pero no siempre está supeditada a la patología. Existen muchas lesiones cutáneas que pueden ser extirpadas simplemente por cuestiones estéticas o funcionales. Valga como ejemplo ese lunar o quiste que tanto te molesta y que, sin entrañar ningún riesgo para tu salud, podemos eliminar con una intervención más o menos compleja.

Dependiendo de la naturaleza de cada lesión, de sus dimensiones y la técnica por la cual vayamos a extirparla, hablamos de cirugía menor ambulatoria o cirugía mayor. No debemos dar por hecho la asociación directa entre los sencillo y lo benigno. Pueden darse casos en los que, ante tumores malignos de pequeñas dimensiones, la extirpación pueda resolverse con relativa facilidad y sin requerir ingreso hospitalario y casos en los que lesiones benignas enormes, requieran de cirugías mucho más complejas. En cualquiera de los casos, en Dermatología Velázquez no solo contamos con los medios necesarios, sino con manos altamente expertas y acostumbradas a intervenciones y reconstrucciones de gran complejidad. Nuestro trabajo hospitalario es garantía de experiencia y saber hacer.

Tipos de cirugías que realizamos

Cirugía menor

En nuestro propio quirófano podemos tratar lunares, uñas encarnadas, lóbulos rasgados, verrugas, moluscos, queratosis seborreicas, nevus intradérmicos o congénitos, angiomas, etc. Es posible que, en la mayoría de los casos, estas lesiones te resulten feas o incómodas, pero ¡ojo! porque en ocasiones, también pueden ser peligrosas. Por eso te aconsejamos que, ante una lesión sospechosa, acudas a consulta. Primero para descartar su malignidad y después, para valorar la mejor forma de eliminarla. No siempre es necesario el uso del bisturí. En ocasiones podemos valernos de técnicas como la crioterapia, la electrocoagulación o el empleo de la tecnología láser. En cualquiera de los casos, tras toda extirpación, realizamos un seguimiento para garantizar la correcta evolución de la cicatriz. Y en caso de ser necesario, llevar a cabo algún procedimiento adicional que minimice su tamaño y mejore su textura.

Cirugía compleja

Son las que, por las dimensiones de la lesión, su localización o grado de sangrado; requieren de una mayor infraestructura. Por eso las realizamos en el Hospital Beata María Ana de Madrid, con el que tenemos un acuerdo de colaboración. Allí contamos con mayores medios instrumentales y personales. Operar en ese entorno minimiza los tiempos de respuesta ante cualquier contratiempo o complicación, lo cual es esencial en este tipo de intervenciones de mayor dificultad. Dependiendo de los casos, puede requerirse de una reconstrucción que permita disimular el defecto quirúrgico resultante de la extirpación. Estas reconstrucciones pueden ser más o menos complejas en función del área intervenida y las dimensiones de dicho defecto. Así mismo requerirán de un seguimiento post quirúrgico con curas y revisiones que realizamos en la clínica.

Cirugía oncológica

Consisten en la eliminación de tumores malignos de mayor o menor tamaño. En estos casos prevalece siempre el objetivo de la curación. Por eso decimos que la cirugía oncológica, primero persigue la salud y la funcionalidad y después, el resultado estético. De entre todas las técnicas quirúrgicas que existen, personalmente me he especializado en la cirugía micrográfica de Mohs, especialmente indicada para lesiones localizadas en el rostro. Hasta la fecha es la técnica con mejor porcentaje de curación, aunque aún no es de primera elección por su elevado coste. Sin embargo, estoy segura de que el futuro de la cirugía oncológica pasa por la cirugía de Mohs.

Tipos de lesiones malignas que extirpamos

Melanoma

Sin duda es el cáncer de piel con mayor mortalidad. Como bien sabes, la piel tiene memoria y, en el caso del melanoma, los recuerdos nos trasladas a la infancia. Por eso, las quemaduras solares acumuladas durante la niñez, son el principal factor desencadenante en su aparición. El sol desencadena, pero es el melanocito el que ejecuta. De forma muy resumida te diré que la tumoración, en el caso del melanoma, se dan por una mutación en las células responsables de dotar de color tanto a la piel como al cabello. Cuando estas crecen de forma descontrolada pueden malignizar un lunar ya existente o aparecer sobre piel aparentemente sana y sin presencia de nevus.

Carcinoma basocelular

Al contrario del melanoma, que es un tumor pigmentado, el carcinoma basocelular generalmente presenta un color rosado y el aspecto de una pápula o nódulo superficial que puede ir o no acompañado de telangiectasias. Es fácil que pase desapercibido para el paciente, quien muchas veces lo describe en consulta como un grano persistente que nunca termina de curar. Puede presentar costras o sangrar de forma intermitente, lo cual ya es, sí o sí, motivo de consulta. Su crecimiento es lento y podríamos decir que engañoso. El carcinoma basocelular se comporta como un iceberg que muestra solo su punta. Su grado de infiltración es difícil de predecir antes de entrar en quirófano. 

Cirugía dermatológica en Majadahonda - Cirugía oncológica

La importancia de la prevención

Puede que, como les ocurre a muchos, la palabra cirugía te imponga respeto. Te entiendo, el instrumental y la frialdad del quirófano, impresiona. Aun así, recuerda que el miedo es el peor consejero cuando de tu salud se trata. Es, sin lugar a dudas, el factor que más demora las consultas médicas y, por lo tanto, el que impide el diagnóstico precoz de las lesiones malignas. Y ¡cuidado! porque en algunos casos, el tiempo juega en nuestra contra. Ya lo dice el refranero, “más vale prevenir que curar”.

La detección de un tumor cutáneo maligno no siempre es fácil. El aspecto de la lesión no tiene que corresponderse necesariamente con su peligrosidad. Por eso considero tan importante dotar a mis pacientes de ciertas nociones básicas para la detección temprana de lesiones sospechosas. Insisto en la palabra “sospechosas” porque eso es todo lo que, como dermatóloga, puedo pedirte que busques. Intenta estar atento y hacer un seguimiento periódico de tus lunares. Esto te ayudará a descubrir posibles cambios en ellos. Alteraciones en el tamaño, la forma, la textura, el color, etc. que puedan ser indicativos de cambios a nivel celular. También debes prestar especial atención a aquellas lesiones de aspecto aparentemente inofensivo que, sin embargo, persisten en el tiempo, sangran o crecen excesivamente.

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