
Consejos para cuidar la piel tras un tratamiento anti-acné
Consejos para cuidar la piel tras un tratamiento anti-acné
Los tratamientos anti-acné son una forma muy eficaz de deshacernos de los síntomas de esa molestia a largo plazo, sin embargo, es cierto también que muchas personas sufren sequedad e irritaciones en la piel durante y después de realizárselo. Esto se debe a que estos tratamientos y sus medicamentos actúan secando la piel para evitar la aparición del acné. Están creadas a base de un retinoide llamado isotretinoína, el cual actúa regulando la secreción desde dentro de las capas de la piel para evitar la creación de grasa. Cuanto más alta sea la dosis, mayor ‘deshidratación’ producirá, pero ¿Cómo podemos evitar que nos suceda una vez hemos terminado el tratamiento?La importancia de la hidratación
Para combatir esa sequedad en la piel del rostro, e incluso a veces de otras partes del cuerpo, nuestra mejor aliada va a ser siempre la hidratación profunda. En épocas de frio, por ejemplo, lo mejor será siempre utilizar unos buenos guantes que calienten nuestras manos y adquirir una crema hidratante que nos acompañe todos los días. Una parte muy importante del rostro que tiende a secarse mucho son los labios, para solucionarlo es importante llevar siempre una protección labial, como vaselina, que nos sea fácil de reaplicar a menudo para evitar ese problema. En verano también será de vital importancia aplicar todos los días un buen protector solar, ya que si la piel está deshidratada hay muchas más probabilidades de que se queme.Los productos que deben acompañarte cada día
Hoy en día, las marcas cada vez nos lo ponen más fácil, y muchas de ellas tienen líneas de productos enfocadas específicamente para este tipo de problemas. Por ejemplo, encontramos productos de Isdin o de La Roche Posay que tratan este tipo de deshidratación en la piel para poder solventar las consecuencias de los tratamientos anti-acné.
También debemos considerar que tipo de limpiador facial usamos cada día, ya que debemos mantener el rostro limpio, pero a la vez hidratado. Un limpiador o un jabón facial tendrá que estar compuestos de ingredientes suaves y que no sean agresivos con nuestra piel. Para encontrar el ideal para tu piel y tus necesidades siempre será lo mejor acudir a un especialista y pedir una recomendación.
Una buena aliada puede ser también el agua micelar, que hace tiempo se utilizaba para tratar pieles quemadas, por lo que para una piel que haya sufrido daños por este tipo de tratamientos puede ser ideal. Aun así, tendremos que combinarlo siempre con un limpiador y una buena crema hidratante especial para el rostro, ya que el agua micelar contiene jabones, por lo que luego hay que retirarlos para no ensuciar la piel.