Manchas en Majadahonda

Especialistas en el tratamiento de manchas en Majadahonda

En Dermatología Velázquez somos especialistas en el tratamiento de manchas en Majadahonda. ¡Pide tu cita previa y benefíciate de nuestros tratamientos de forma segura y eficaz!

Lesiones pigmentadas o manchas en Majadahonda

Hablar de lesiones pigmentadas es hablar de manchas. Durante mucho tiempo se ha contemplado a la arruga como el principal signo de la edad. Sin embargo, con el tiempo y la nueva conciencia sobre el fotodaño, las manchas han pasado a ocupar el primer puesto entre las preocupaciones de nuestros pacientes. Y es que las alteraciones pigmentarias confieren al rostro un aspecto irregular, tosco y apagado. Además, suelen ir de la mano de lo que llamamos “daño textural”. La capa córnea se engrosa, se cuartea y queda salpicada por las manchas. ¡Oh, horror! Ya tenemos a los melanocitos, encargados de producir y liberar el pigmento de nuestra piel, completamente desatados.

Pero ¡ojo! porque manchas hay muchas y no todas se tratan igual. Para empezar, es necesario hacer una clara distinción entre las lesiones malignas y las benignas. Por supuesto, en el contexto de la dermatología estética, siempre nos referiremos a las de carácter benigno. Dentro de este grupo de hiperpigmentaciones, debemos distinguir entre los léntigos solares y el melasma. Ambas son manchas, sí, pero de naturaleza distinta y, conocer mínimamente las causas que subyacen tras ellas, te ayudará a entender la forma en la que las tratamos.

Las diferencias entre los léntigos solares y el melasma

Léntigos solares

Los léntigos solares son pequeñas manchas redondeadas, planas, uniformes y de color parduzco. Su contorno está bien definido y se distribuyen de forma diseminada. Su aparición está directamente relacionada con la exposición solar prolongada. Por eso suelo decir que “los años multiplican las posibilidades de lucir una buena colección de léntigos solares”. Sobre todo, si uno no se ha fotoprotegido como es debido. Aunque parezca invisible, el fotodaño acumulado siempre termina revelándose y lo hace, obviamente, en aquellas áreas que se han visto más expuestas al sol: el dorso de las manos, los antebrazos, los hombros y la cara.

Melasma

Por otra parte, el melasma que, tiene consideración de enfermedad, se caracteriza por abarcar mucha más superficie cutánea. Su distribución es difusa, parcheada y simétrica a ambos lados de la cara. Aunque en este caso la exposición solar también activa la aparición de la mancha, digamos que influyen otros factores que hacen que esta sea mucho más compleja y con consideración especial. Existe cierta predisposición genética y además, un exceso de estrógenos con influencia sobre la actividad de los melanocitos. Este componente hormonal es el que explica que el melasma afecte casi de forma exclusiva a las mujeres y que su aparición esté a menudo asociada a esas etapas de la vida con mayores cambios hormonales (embarazo, menopausia y los periodos de toma de anticonceptivos).

Una de las diferencias fundamentales entre los léntigos solares y el melasma reside en el comportamiento que tienen las células responsables de la pigmentación de la piel en uno y otro caso. Entendiendo esto, podemos empezar a hablar de las opciones de tratamiento. Verás que no te hablo de ningún medicamento. Obviamente, contamos con un potente arsenal farmacológico con indicaciones para el tratamiento de las manchas en Majadahonda. Sin embargo, considero que esta información debe ser detallada en consulta, donde el tratamiento es consensuado de forma individualizada con cada paciente.

Nuestros tratamientos manchas en Majadahonda

Lo que sí me gustaría que te grabaras a fuego, es que el tratamiento para las manchas siempre consta de dos fases. En la primera, atacamos el problema y tratamos la hiperpigmentación. En la segunda, establecemos las rutinas de mantenimiento para intentar que ésta no vuelva a aparecer. Lo uno sin lo otro, carece de sentido. Por no me cansaré de decir que “las manchas primero exigen paciencia y luego compromiso”. A continuación, te explico en qué consisten las distintas herramientas de las que podemos valernos y qué lugar ocupan en el tratamiento de las manchas en Majadahonda.

La fotoprotección, lo primero

Una vez que sabemos que el sol es el factor activador de cualquier tipo de mancha, es fácil entender la importancia de integrar la fotoprotección a tu rutina diaria. Debe ser el último paso antes del maquillaje, si es que lo usas. Debes elegir un filtro solar de amplio espectro y con factor 50+ y, súper importante, usarlo durante todo el año, tanto si estás al aire libre como si no. Y esto último ¿¡por qué!? Muy sencillo. Porque la luz azul de las pantallas de los móviles, tablets u ordenadores; también impactan negativamente sobre tu piel. En definitiva, no menosprecies este recurso porque, sin él, de poco van a valer el resto de tratamientos orales, tópicos o procedimentales que podamos llevar a cabo.

La cosmética médica, lo segundo

En cuestión de lesiones pigmentadas o manchas, los gestos que más se repiten, son los que más ayudan. Tan importante es eliminar la mancha, como lograr mantenerla bajo control. Por eso, en este segundo nivel de tratamientos, se encuentra la cosmética médica, con la que es posible seguir una pauta sostenida en el tiempo que consolide los resultados obtenidos farmacológicamente. Con la pauta y el seguimiento adecuados, es posible resetear la piel y volver a hacerla del todo funcional, para que sea fuerte, bonita y tolerante.

Entre los ingredientes más efectivos se encuentra el retinol. Este derivado de la vitamina A está considerado “el gran transformador de la piel”. Gracias a su alta penetrabilidad, actúa en toda la epidermis, llegando a mucha mayor profundidad que otras moléculas condicionadas por su tamaño. Es especialmente interesante por su capacidad de activación de la función celular. Acelera la tasa de renovación celular, lo que se traduce en una exfoliación que, progresivamente, mejora e iguala el tono de piel. Al mismo tiempo, estimula la producción de elastina y colágeno, reparando las estructuras de la piel dañadas por exposición solar acumulada.

A partir de ese momento, la melanina vuelve dispersarse de forma homogénea, lo que contribuye a la unificación del tono de piel. Cabría mencionar en paralelo, el uso de los alfa hidroxiácidos (AHA) que, aunque no tienen tanta capacidad transformadora como el retinol, son moléculas súper útiles.

La vitamina C también es un principio activo de lo más interesante. Como buen antioxidante que es, protege a las células de la piel del estrés oxidativo. Lo más destacable, sin embargo, es su capacidad para inhibir la enzima tirosinasa. Ésta actúa como catalizador de la melanina, favoreciendo los problemas de hiperpigmentación. Por eso, al bloquear esta enzima, decimos que la vitamina C mejora indirectamente las manchas.

El peeling químico, el tercero

Como ya has visto, la rutina cosmética es la que consolida a largo plazo los resultados obtenidos en la primera fase del tratamiento para las manchas. Es una cuestión de tiempos. Los fármacos solo pueden y deben usarse durante un periodo limitado. Una vez logrado el objetivo, son retirados y sustituidos por otras opciones más sostenibles en el tiempo. Para acelerar el proceso en esa primera fase de ataque, contamos con el poder del peeling químico. A decir verdad, este tratamiento puede plantearse como coadyuvante a lo largo de todo el proceso de tratamiento. Tanto en la primera como en la segunda fase. ¿¡Por qué!? porque favorece el aumento en la tasa de renovación celular y eso es súper interesante cuando tratamos manchas.

Mediante la aplicación de una solución química a base de distintos ácidos, promovemos un proceso de pelado más o menos llamativo en función de la potencia de los principios activos empelados. Solemos optar por peelings superficiales y/o medios con los que ya obtenemos una exfoliación notable. El mecanismo de acción es el siguiente: Las células epidérmicas son dañadas de forma controlada para que, en el proceso de reparación de esos tejidos, logremos una renovación total de la capa más superficial de la piel. Digamos que, con cada sesión de peeling, logramos atenuar un poquito más las manchas, como si empleáramos la herramienta de borrado de Photoshop con una opacidad del 20%. Vamos a necesitar varias pasadas para lograr un resultado perfecto, pero sin duda, el peeling es un magnífico acelerador de todo este proceso.

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Luz Pulsada Intensa (IPL)

Para el tratamiento de los léntigos, en cuyo origen está, un aumento puntual en el número de melanocitos; el IPL será el tratamiento de primera elección. ¿¡Por qué!? Porque el objetivo es destruir esa proliferación anómala de las células encargadas de producir y liberar la melanina. La energía lumínica de este dispositivo, busca y viaja a través del pigmento de la piel, actuando de forma localizada. El IPL es, por tanto, ideal para tratar lesiones pigmentadas concretas y aisladas.

En el caso del melasma, no se produce un aumento en el número de melanocitos sino una hiperfunción de los mismos. Es decir, trabajan de más y de forma desordenada. Además, suele darse una dispersión irregular del pigmento a causa del fotodaño acumulado y del citado daño textural asociado a esta patología. En este caso, el IPL solo contribuiría a estimular aún más a esos melanocitos ya de por sí alertados, por lo que su uso se reserva para casos de melasma muy controlados en los que puedan quedar pequeñas manchitas residuales.

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