
El peeling químico y el poder de la acción exfoliante
El peeling químico y el poder de la acción exfoliante
Habrás oído hablar del peeling químico un millón de veces. A decir verdad, es uno de los procedimientos estéticos más realizados por los dermatólogos. Puede que creas que donde no hay partículas no puede haber exfoliación, pero te equivocas.
La piel es un órgano muy dinámico que se encuentra en constante renovación. Las células que conforman su estructura, son trabajadoras incansables y de lo más eficientes. Su ciclo de vida es frenético, dura 28 días aproximadamente. Obviamente, esta estimación de tiempo corresponde a una piel joven y libre de patología. Cuantas más velas soplamos, más se ralentiza el ritmo de renovación celular.
En cualquier caso, la vida de una célula cutánea comprende desde su nacimiento en la capa basal hasta su llegada a la superficie de la piel, donde al morir se desprende. Estas son las archiconocidas células muertas, ya inservibles y de las que todos queremos deshacernos cuanto antes.
Digamos que este es el mecanismo natural que nuestra piel, lista como pocos, pone en marcha para garantizar que la cosa funcione como es debido. Pero ¿es posible acelerar este proceso? Ya conoces la respuesta correcta: Sí, mediante la acción exfoliante. Pero lo que quizá no sepas es el porqué.
Sí a la exfoliación
Para empezar, definamos el término. Exfoliar es según la RAE “dividir o separar una cosa en escamas o láminas”. En el caso de la piel, podemos afinar más la definición diciendo que es “el mecanismo por el cual aceleramos el proceso de liberación de las células muertas una vez cumplida su función biológica”. Librar a la superficie cutánea de ese residuo ya inservible como también de toda la suciedad acumulada a lo largo del día, mejora la calidad de la piel, afinándola y limpiándola profundamente.
La exfoliación no es el nuevo elixir de la eterna juventud, pero sí es un paso fundamental en toda rutina cosmética que se precie. La limpieza mañana y noche, como ya te contamos en nuestro último artículo, es absolutamente innegociable. La exfoliación sin embargo es absolutamente recomendable. Y le damos este matiz suavizado, porque hay que tener en cuenta que la frecuencia y la intensidad de la acción mecánica depende mucho del tipo de piel y del estado en el que se encuentre.
Hace años, la palabra exfoliación aparecía siempre entrecomillada. Había cierto miedo a pautarla a diario porque se creía que un abuso de esta técnica, podría irritar y dañar la piel. Ahora se sabe que, usando el producto o procedimiento adecuado, la exfoliación frecuente es una de las mejores herramientas para unificar el tono, mejorar la textura cutánea y en definitiva, rejuvenecer la piel del rostro.
Productos o técnicas con acción exfoliante hay muchas. No solo existen los cosméticos con partículas físicas que actúan por fricción. No, también existen los exfoliantes enzimáticos, que producen una reacción química, los retinoides, alfahidroxiácidos, despigmentantes y algunos antioxidantes, todos ellos con capacidad exfoliante secundaria a su función principal. Pero…
En cuestiones de exfoliación el peeling químico sigue siendo el Rey
El peeling químico consiste en la aplicación de una serie de sustancias químicas (ácidos) que destruyen de forma controlada y progresiva parte de la superficie cutánea penetrando de afuera hacia adentro. En función de la capacidad de corrosión del producto usado, hablamos de peelings superficiales, medios o profundos.
Así contado, no suena demasiado apetecible pero la verdad es que el peeling químico tiene muchos beneficios para la piel. Para empezar, ayuda a mitigar pequeñas arrugas, limpia en profundidad ayudando a desobstruir los poros y mejorar las lesiones de tipo retencional (las propias del acné). También unifica el tono y la textura de la piel.
La agresión controlada que se inflige a la piel hace que ésta ponga en marcha todos sus mecanismos de reparación, culminando con lo que llamamos “reepitelización”. La piel pasa de estar roja a descamarse, para terminar renovándose. Las células se ponen a trabajar, empiezan a proliferar en la capa basal y conforme migran hacia la capa córnea (la más superficial) obligan a las células muertas a desprenderse a un ritmo muy superior al normal.
En todo este proceso, la acción exfoliante se lleva consigo partículas contaminantes depositadas en la piel, restos de sebo que taponan los poros, el exceso de melanina que conforma las manchas hiperpigmentadas, etc. Todo ello hace que la piel que ha sido renovada sea más bonita y luminosa. Veamos todo lo que podemos mejorar con el peeling químico:

El peeling entre los peelings, el 3-Step Peel de Zo Skin Health
En Dermatología Velázquez llevamos a cabo el peeling desarrollado por el Dr. Zein Obagi, creador de la línea de cosmética médica Zo Skin Health. Además de la exfoliación esperable de la capa más superficial, también promueve la regeneración de la dermis con un efecto mucho más profundo que el de otros peelings químicos.
Se trata de un peeling medio con un alto grado de tolerancia. Prácticamente es apto para todo tiempo de pieles. No es doloroso, solo un poco molesto (produce sensación de ardor y picor). Otra de sus ventajas, es que el tiempo de recuperación es muy corto.
En su aplicación, primero se realiza una limpieza facial que elimina restos de residuos que puedan hacer que el ácido no penetre de forma uniforme. Después se aplica la solución a base de ácidos que debe permanecer sobre la piel durante unos minutos. Por último, sin retirarla, se aplica una crema a muy alta concentración de retinol.
Al terminar tendrás la cara roja como un tomate, ese eritema puede durar varios días, pero tiende a remitir conforme se produce el pelado, tras él, descubrirás una piel nueva, más luminosa y bonita.
Antes del 3-Step Peel de ZO Skin Health
Para lograr unos resultados óptimos, el peeling requiere de una preparación previa. Es lógico. Nadie hace el Camino de Santiago sin unas buenas botas, ¿¡No!? Y si además de buenas están usadas, es decir, que tienes los pies hechos a caminar con ellas; mucho pero que mucho mejor.
Pues con la piel pasa lo mismo. Si antes de la realización del procedimiento le has dado a los retinoides, tu piel estará mucho más preparada para la penetración del compuesto químico. Como ocurre con las botas, si ya estás hecha al retinol, el resultado del peeling se potenciará siendo mucho más eficaz el procedimiento.
El cóctel del 3-Step Peel se mezcla, no se agita, como si fuera el Martini de James Bond. Se compone de tres ácidos: tricloroacético, salicílico y láctico a los que luego se incorpora un retinol encapsulado de alta concentración. Todo ello hace que salten fuegos artificiales. Y bienvenidos sean, porque tras ellos, se obra el milagro de la renovación celular.

Después del 3-Step Peel de ZO Skin Health
Durante todo el proceso se suele aplicar aire frío con un ventilador de mano para mitigar la sensación de ardor y escozor. Y al final, para calmar la piel, se aplica una crema antiinflamatoria y altamente hidratante. ¡Ah! y lo que no puede faltar bajo ningún concepto es el fotoprotector. No vale cualquiera, tiene que ser UPF50+ de amplio espectro. Vamos, capa de crema solar nivel búnker anti-sol.
Si hemos dicho que usar retinol en el previo al procedimiento es casi obligatorio, seguir dándole a la gran molécula transformadora después del peeling, no puede ser más recomendable. Te lo contamos de otra forma. Imagina que el peeling ha logrado tirar abajo un muro que estaba mal construido (una piel dañada y fotoenvejecida). Ahora tienes la oportunidad de edificarlo en condiciones gracias al retinol. Solemos decir que el peeling constituye el punto de partida perfecto para instaurar con éxito una pauta continuada de retinol.
No pierdas la oportunidad de resetear tu piel con nosotros. Hazla resurgir nueva, fresca y luminosa. Y recuerda que la renovación celular no es patrimonio exclusivo de la dermatología estética. Estimular las funciones celulares de nuestra piel, puede ser una magnifica estrategia también desde el punto de vista de la salud. En cualquier caso, no puede existir belleza sin salud. Y para ayudarte a alcanzarla, ¿¡quién mejor que el especialista de la piel!?